15 M: REVOLUCIÓN A LA ESPAÑOLA.

Lo del 15 M, es que ya empezó mal. En España el autoproclamarse INDIGNADO, no es más que el primer paso para que te miren como a un gilipollas.

Un INDIGNADO español como Dios manda, es ese tipo que se enzarza en una discursión absurda con alguien  igualmente indignado, mirándose con fiereza, mentando a todos los muertos del otro indignado y pidiendo a los espectadores, que en estos duelos siempre hay, que los sujeten porque si no matan al otro. Después de un tiempo más o menos prolongado se retiran, por supuesto sin haber solucionado nada. Inmediatamente, aterrizarán en su bar habitual para contar a los parroquianos como tuvieron que sujetarlo entre doce para que no matase al otro desgraciado. Con todo lujo de detalles. Como si realmente hubiera pasado. Acabando por creérselo. Mientras los demás piensan: "el gilipollas este que no tiene media hostia".

Nuestros INDIGNADOS revolucionarios del 15 M, hermanados desde las redes sociales y manipulados a las 24 horas de haber sentado sus posaderas en el asfalto de la plaza, acabarán por fortalecer a su supuesto enemigo. Todo quedará en círculos de indignados contando su versión de la revolución a la luz de las hogueras, con el ruido de una guitarra de fondo; porque en cuanto hay una hoguera y un corro de jóvenes inconformistas, inevitablemente aparece el gilipollas de la guitarra que lleva años intentando sacar la primera estrofa del "no, no nos moverán" (es una putada que cuando aún no tienes criterio, aparezca un cabrito y te diga que con la guitarra se liga mazo. Estás condenado a cargar toda tu juventud con la puta guitarra y matándote a pajas, salvo que te llames Bob Dylan).

¡Qué majetes eran!. Hasta que empezaron a vertebrarse igual que el modelo que querían derrocar; joder, si habían mas comisiones que indignados. ¡Hasta una COMISIÓN DE FEMINISMO!. ¡coño, que sois indignados, no el gobierno!. Como no podía ser de otra manera, la ponente de la COMISIÓN DE FEMINISMO, denunció que estaban hasta lo ovarios de que les metiesen mano aprovechando los tumultos y que se iban. Si es que no estamos a lo que hay que estar...

Un consejo: ¿realmente queréis cambiar el sistema?. Diseñar un nuevo concepto de sociedad y convencer a diez millones de españoles de que dejen de pagar los impuestos hasta que no se implante. Desde casa. Sin que os den una manita de hostias. Y dándoles donde más les duele.

Los modelos de gobierno actuales están obsoletos y son ineficaces; hay que cambiarlos. Los vuestros de protesta también.