Aun así, hacía días que no podía controlar su angustia. Sabía que le quedaban pocas horas. Era consciente de que ni todo su poder, ni sus alianzas, ni su inmensa fortuna en paraísos fiscales, ni tan siquiera el ejercito de escoltas que lo acompañaban constantemente podían evitar lo inevitable.
Y en ese lugar, el dormitorio y durante esas horas, la noche, era cuando más vulnerable se sentía. Es muy difícil sentirse poderoso e intocable cuando no se tiene la conciencia tranquila, estas enfundado en un pijama con la oscuridad igualando todos los colores y en la única compañía de tu pareja, a la que la relajación del sueño convierte en un ser humano normal, que ronca suavemente (si tienes suerte) o que tapa el estruendo de una fanfarria (si no la tienes).
Fue entonces cuando ocurrió. No por esperado dejó de ser el momento más angustioso de su vida; la pantalla de su computadora se iluminó perfilando los detalles del dormitorio y acentuando su soledad. Lo que en realidad era un suave sonido que anunciaba la entrada de un mensaje, le pareció un estruendo audible en todo el edificio.
Sabía que el ignorarlo no iba a evitar el desenlace, ni tan siquiera lo retrasaría. Tardó diez interminables minutos en reunir suficiente valor para dar los doce pasos que le separaban de la maldita pantalla y enfrentarse a su destino. Las palabras no dejaban lugar a interpretaciones. No eran amenazadoras ni insultantes: "Sr. Presidente, con un 80 % de votos a favor, 10 % en contra y el 10 % de gilipollas de siempre que no saben/no contestan, ha sido Usted destituido. Pase mañana a las 09:30 por el departamento de RR.HH. donde se le darán más detalles".
El poder en democracias, se levanta sobre unos cimientos comunes en todos los países y culturas:
- El dinero, con el que se adquieren los demás ingredientes.
- El control de los medios de comunicación, con el que se manipula lo que llega al ciudadano.
- Imagen, falseada por un equipo de asesores que muestran lo que la mayoría quiere ver.
- La burocracia, que relentiza cualquier movimiento inoportuno.
- Y el plazo, normalmente cuatro años entre sufragio y sufragio, que dan para mucho.
- Otros varios de menor importancia.
La herramienta ya está. Solo falta que se articulen las normas y se aunen voluntades para que cambien las reglas del juego y un mal gestor, pueda ser destituido en tiempo real sin tener que esperar a que acabe la legislatura.
No han acabado con ella por el miedo que tienen a que esa acción sea el detonante que haga cambiar las reglas del juego. INTERNET es muy rápida y la reacción ante una amenaza real sería instantánea. Es lo único que les para. No es que no lo intenten, valga como ejemplo el control en los EE.UU con la excusa de la seguridad, o el de España con la censura de WEBS por las descargas ilegales. Pero no dejan de ser intentos tímidos de controlar algo que ya no está en sus manos. Se les ha escapado.
Solo es cuestión de tiempo el que tengamos nuevas reglas de juego, nuevos modelos de sociedad y gobierno.
INTERNET es muy rápida. Viaja a la velocidad de la luz. Que esa luz llegue a los oscuros entresijos del poder, les da miedo, es su peor pesadilla: que les pillemos en pijama.
Brillante
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