domingo, 31 de enero de 2010

LAS CUENTAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL

Gorvacho se muestra optimista. El apellido, como que ya da miedo; a mi me suena a cartilla de racionamiento, a colas para comprar los básicos y a mercado negro.
Según el personaje, las cuentas de la Seguridad Social, son "magníficas" y gozan de una "salud de hierro". Lo de magníficas es verdad, les ingresamos todos los meses una pasta gansa. Lo del hierro también, por lo rápido que se oxida.
En el mismo acto, la secretaria de Organización del PSOE añadió que el Gobierno y su partido podrían "obviar la realidad y mirar hacia otro lado; sería la postura más cómoda, pero no la actitud de un partido que en su historia ha demostrado un compromiso con los ciudadanos, sobre todo con los más desfavorecidos".
Esta pájara, también dice la verdad. Lo que pasa es que hay que saber verla. Lo de la afición de estos chicos por los más desfavorecidos les es intrínseca a su forma de gobernar: un desfavorecido = una subvención limosna = un voto, por que lo de hacer que dejen de ser desfavorecidos, lleva mucho curro y mucho desgaste neuronal.
Y en lo del compromiso con los ciudadanos también, se han comprometido a dejarnos a dos velas y vaya que están cumpliendo.
Pajín además hizo referencia a la inmigración e insistió en que, "frente a las teorías negativas del PP, el sistema de pensiones necesita de ciudadanos de otros países para su mantenimiento".
No Pajín, que eres tontita, que no te enteras. Los "ciudadanos de otros paises", en el mejor de los casos, trabajan lo necesario para poder acceder a la pensión y poder volver a su tierra y hasta ese momento, han gastado lo menos posible y sacado fuera de España la mayor cantidad de divisas posible. Otros, ni siquiera eso: chupan del "Estado de Bienestar" todo lo que pueden con un conocimiento envidiable de cualquier argucia a la que se puedan acoger.
La inmigración en sí no es mala, pero la que se admite sin control es una sangría para el país de acogida.
No hacen una a derechas. La ecuación es sencilla pero parece que no lo quieran ver. Nos llevan irremediablemente al colapso del sistema.
Si analizamos las ideas de estos huérfanos de inteligencia vemos que cojean más que el Capitán Garfio después de una plaga de termitas:
Pongamos en la coctelera una población cada vez con una esperanza de vida más prolongada, lo que supone un número mayor de años cobrando la pensión, añadamos una tasa de natalidad que da pena lo que significa envejecimiento de la población, un gasto público desmesurado, una inmigración desproporcionada y una pizca de corrupción. Al cóctel lo podríamos llamar "bancarrota".
Menuda resaca nos espera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTA LO QUE QUIERAS. ES GRATIS Y SIN CENSURA.