LAS MASAS

Asistimos a una nueva movilización de masas. Esta vez la escusa es Garzón y su Memoria (o falta de ella) Histórica, sus pecunios irregulares y su partidismo.
Peculiar sujeto con singular habilidad para hacerse rico en un sector profesional en el que, como mucho, no se pasa de "vivir holgadamente". Autor de su propio personaje, predicador hábil que ha sabido convencer y vender(se).
Dedicado en exclusiva a laborar en aquello que pueda acrecentar su leyenda entre sus seguidores y acumulando más trabajo pendiente (trabajo del que le pagamos por hacer y que es al que se debía de dedicar) que un delegado sindical.
Pero el problema no es Garzón, ni los "artistas" (de la subvención), ni los progres-liberales de izquierdas (paradoja su apoyo incondicional a alguien que se esta forrando de la teta capitalista, osease, el Santander)que lo apoyan. Ni los recalcitrantes falangistas que lo quieren ver crucificado.
El problema es que el titiritero sigue moviendo los hilos. sigue convirtiendo al individuo en masa. Les sigue ofreciendo consignas que deben ser gritadas por miles de gargantas movilizadas. Les sigue haciendo creer que juntos tienen la fuerza.
Y no, la unión de individuos que actúan según una coreografía dictada los hace moldeables, manipulables y débiles.
¿Como si no se puede pensar que en una guerra hay buenos y malos, asesinos y asesinados, torturadores y torturados?. ¡En una guerra, lo que hay es hijos de puta!. En todos los bandos. Y esto afecta a todos, a los que han participado y a los que no han hecho nada por evitarla.
Cuando un político, un lider religioso, un magnate empieza a sembrar odio, lo que hay que hacer es patearle el culo y mandarlo a hacer puñetas, cortar los hilos y no convertirnos en marionetas.
Una masa pueden ser miles, cientos de miles, pero no olvideis una cosa: DE GILIPOLLAS!.
Por eso, gentes de izquierdas, de derechas, de centro, católicos, musulmanes...QUE OS FOLLE UNPEZ. A las personas individuales, bien venidos, pasar si queréis y poneros cómodos que estáis en vuestra casa.