EL PROFESOR, EL JAMÓN Y EL NIÑO MUSULMAN

Cuando me llegó la noticia, pensé que se trataba de un freak o de algún adelantadillo que estaba calentando para el 28 de Diciembre.

"La familia de un niño musulmán, alumno del instituto de secundaria Insitituto Menéndez Tolosa de la Línea de la Concepción, ha denunciado al profesor de geografía por mentar como ejemplo de clima frío el de la localidad de Trévelez (Granada) y lo bien que va ese clima para el curado de los jamones".

Resulta indignante que esa familia esté todavía en España; tal y como se presentaron en la comisaría, los debían de haber envuelto de regalo y mandarlos de vuelta a su país (o lo que sea).

Cuanto me acuerdo de las palabras del primer ministro Australiano , eso si que es tener las ideas claras. Es la mejor forma de evitar el racismo: "Bien venido a mi casa, pero no te olvides que es mi casa así que no vengas a tocarme los cojones". (esto es resumido, vale la pena leerlo completo pinchando en el enlace)

Aquí, como se quiere demostrar que somos más que nadie en todo, se dan circunstancias como la relatada a renglón seguido:

Se celebra en Lérida una feria de entidades solidarias, de nombre, "Solidárium". Allí me encontré ayer con una conocida, en un stand de una "ONG" local dedicada a la atención de inmigrantes. Esta persona me confesó que está un poco quemada con el tema porque hay muchísimo fraude y muchísima picaresca por parte de muchos inmigrantes a la hora de abusar y saquear los servicios sociales públicos y, sobre todo, muchísima irresponsabilidad por parte de los responsables de esos servicos sociales públicos a la hora de controlar la entrega de subsidios y pagos. Me lo explicó con un ejemplo reciente de un caso que ella lleva personalmente:


"Mi ONG se dedica a formar laboralmente a mujeres inmigrantes, a asesorar, acompañar a los inmigrantes a los servicios sociales públicos para recabar recursos y subsidios. Llevo el caso de una familia marroquí, un matrimonio con tres niños de 6, 7 y 8 años. El hombre lleva 3 años sin trabajar. Ella no trabaja, salvo esporádicos y "negros" trabajos domiciliarios. Todo lo que vas a oir, está comprobado personalmente por mí.

Hace unos días le ofrecemos a ella un trabajo legal, asegurada en la Seguridad Social, 1000 euros limpios al mes por cinco horas por las tardes para acompañar a una mujer anciana y sola adinerada. El trabajo sólo consiste en hacerle compañía y acompañarla a pasear. La respuesta de la morita fue ésta: ´no, no lo quiero, porque ya tengo la seguridad social y los medicamentos gratis, y porque perderíamos ayudas y subsidios de la Generalidad de Cataluña y del ayuntamiento; si es en "negro", sí que lo quiero, pero en "blanco", no´.
Mi indignación subió a límites desconocidos porque, primero, ¿cómo es posible que cinco personas sin trabajo y sin cotizar tengan los medicamentos gratis si éso sólo lo tienen los jubilados españoles? Además, voy a contar qué recibe esta familia:

-Él cobra 500 € de la Generalidad, en concepto de “paga social mensual”, desde hace año y medio (cuando dejó de cobrar el paro y el subsidio de los 420 euros del INEM).

-Cobran 750 € mensuales, a cambio de escolarizar a los niños. –Los tres niños tienen plaza escolar gratis.

-Los tres niños comen en el colegio (el colegio está a 100 metros de su casa y los padres no trabajan). Coste: 300 € por niño = 900 € mensuales.

-El Ayuntamiento les paga 450 € mensuales para alquiler de vivienda.

-El Ayuntamiento les paga la factura mensual de Telefónica por la conexión a Internet. (Por supuesto, tienen ordenador en casa. Y coche propio)

-El Ayuntamiento les entrega 400 € mensuales para ser canjeados por comida en los supermercados Plus.

-El Ayuntamiento les paga las facturas mensuales de gas (150 € de media), agua y electricidad.

- Los niños han gozado de gratuidad total en plaza y comedor en los parvularios municipales mientras eran pequeños.

-Los niños han tenido gratis todos los enseres y alimentos, hasta los 3 años (papillas, pañales, carrito-bebé, etc.)

-La familia se beneficia de entrega de alimentos en el Ayuntamiento, parroquias y nuestra propia ONG.

-Uno de los niños se ha lesionado óseamente en el colegio, pero en vez de llevar al niño cada día al servicio público de rehabilitación -como hacemos todos-, (los padres están sin trabajo y, lógicamente, tendrían tiempo y coche para ello), pues no, la Generalidad les manda cada día a su casa un rehabilitador subcontratado, que debe costar un dinero.

-Por las tardes, los niños van a un cursillo extraescolar de fútbol pagado por la Generalidad (coste: 350 € por los tres niños), actividad que la inmensa mayoría de padres “indígenas” pagan de su bolsillo.

- El padre de esta familia se lesionó cuando trabajaba en la construcción (¡lleva 3 años en paro!) y se le prescribió una faja lumbar ortopédica a medida; su coste: 450 euros. La Seguridad Social paga 350 euros de esa faja a todo españolito, pero el resto lo tiene que poner el enfermo. Pues el morito se fue al ayuntamiento y consiguió los 100 euros restantes para ser pagados en la ortopedia. Le acompañé yo, como intermediaria.


Amigo, saca la calculadora y suma lo que reciben estas gentes en dinero, en especie y lo que cuestan cada mes en gasto público. Entre unas cosas y otras, andará muy cerca de los 5.000 € mensuales. Una ruina.

Todo lo que te he narrado lo sé a ciencia cierta porque yo llevo, en parte, la atención a esta familia (y a muchas otras, demasiadas).

Sólo te digo una cosa, para acabar: ¡esto tiene que reventar, esto es insostenible! Entiendo perfectamente que la Generalidad y el Ayuntamiento estén en la bancarrota, aunque nos lo ocultan ¿Te has enterado que han cerrados UVIs en el Hospital Arnau y han cerrado plantas de hospitalización como la de Nefrología porque no hay dinero?"

Esto, es solo un ejemplo de como nos la cojemos con papel de fumar.

Y ahora una que viví en primera persona:

Me vino un moro pidiéndome por favor si podía encontrarle un trabajo temporal a su pobre sobrino; su problema era que había abandonado el país (el nuestro) de forma ilegal y ahora la administración le apremiaba la devolución de 24.000 € que el sobrino se había apalancado en base a diversas subvenciones, subsidios y ayudas. El pobrecito además perdería el piso subvencionado que había adquirido gracias a no se que plan de ayuda para una vivienda digna.

La pinta del sobrino, era la de un vago chuleta de cojones. Ese moraco había trabajado menos que un sindicalista liberado. ¡ Y le habían dado 24.000 €!. Por su puesto, el ficha no quería un trabajo para trabajar y ganarse la vida como los españoles, quería un contrato para cubrir el expediente (pero sin ir a trabajar) y seguir chupando de la teta. Eso sí, me dijo que no hacía falta que le pagasen. ¡Gracias tío!.

Te propongo un juego: Tiras de una cuerda y tienes una a diez de llevarte un premio de 5 € y nueve a diez de llevarte una patada en los huevos; ¿a que no compensa?.

Pues eso pienso yo de lo que nos ha entrado, que no compensa.

Pero la culpa no es de ellos, es de los que han permitido que esto este así. Y al que quiera contra argumentar con la época de la emigración española, le recuerdo que nuestros antepasados no iban por el mundo imponiendo sus costumbres locales, se adaptaban a lo que les tocaba y se dedicaban a trabajar. Bastante bien por cierto.